La guerra civil española
El Marruecos español era el territorio colonial español más cercano a la España peninsular y el más difícil de controlar. En 1921 comenzó una importante revuelta marroquí contra el dominio colonial español y francés, con la destrucción de un ejército español en Annual. Las tribus del Rif fueron finalmente sometidas con dificultad por importantes fuerzas franco-españolas tras varios años de lucha.
España mantuvo guarniciones en sus dos enclaves costeros marroquíes de Melilla y Ceuta desde el siglo XV. En distintas épocas estaban formadas por marineros, compañías de disciplina, infantería de marina, compañías libres y destacamentos de unidades metropolitanas[1] Se puede decir que el Ejército Español de África se originó como institución permanente con el establecimiento en 1893 del Regimiento de África N° 1 (Regimiento de Infantería de Marina)[2].
Tras la Campaña de Melilla de 1909-10, España comenzó a expandirse hacia el interior desde sus posesiones costeras establecidas y se creó una fuerza de Policía Indígena con personal marroquí[3] Esta fuerza indígena proporcionó la base para el establecimiento en 1911 de los Regulares, unidades de infantería y caballería marroquíes con oficiales españoles[4].
Ejército español
ARCHIVADO – España despliega tropas militares tras el asalto de 6.000 inmigrantes a las fronteras de CeutaVarias unidades militares han sido movilizadas esta mañana, martes 18 de mayo, para controlar las calles de la ciudad tras el asalto de miles de inmigrantes irregulares procedentes de Marruecos.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha asegurado que el Gobierno restablecerá el orden «con la mayor celeridad posible» en las fronteras de Ceuta y Melilla, y ha dicho en un comunicado: «Seremos firmes en cualquier circunstancia».
El exclave de Ceuta es uno de los dos territorios autónomos españoles situados en la costa africana y comparte una frontera de 6,4 kilómetros con Marruecos, del que está físicamente confinado por una valla fronteriza, que también se adentra en el mar. Está separada de la España peninsular por el Estrecho de Gibraltar, a una distancia de 17 km de la provincia de Cádiz, en la región de Andalucía.
El gobierno marroquí ha pedido en repetidas ocasiones que el territorio sea transferido a la soberanía marroquí, pero el gobierno español mantiene que Ceuta es un territorio español desde el siglo XVI.
Armas de la guerra civil española
Tras haber perdido la Guerra Hispanoamericana en 1898, España buscó compensar su prestigio perdido ampliando su influencia en el norte de África. España tenía un acuerdo con Muley Mohamet, un miembro de la tribu local, para explotar las minas alrededor de Melilla, en contra de los deseos del sultán Abd al-Aziz y de otras tribus locales. El 8 de agosto de 1908, los rifeños atacaron las minas, sin causar bajas, pero Muley Mohamet fue apresado y enviado a Fez, donde murió en prisión. Ya sin apoyo en territorio hostil, el general José Marina y Vega, comandante militar de Melilla, pidió a Madrid refuerzos para proteger las minas, pero no se envió ninguno. El 9 de julio de 1909 se produjo un nuevo ataque y seis trabajadores ferroviarios españoles fueron asesinados por miembros de la tribu.
Como resultado de estas muertes, el primer ministro Antonio Maura Montaner aumentó la guarnición española en Melilla de 5.000 hombres a 22.000 en preparación de una ofensiva. Todas las fuerzas españolas involucradas eran reclutas; en esta etapa, España no tenía ni tropas profesionales, ni tropas indígenas en armas. El ejército español estaba mal entrenado y equipado y carecía de mapas básicos.
Batalla de Melilla
Las unidades de Regulares, las más condecoradas del Ejército, celebraron ayer su día grande, el centenario de su creación. Fue el 30 de junio de 1911 cuando el entonces ministro de la Guerra, D. Agustín Luque, firmó la Real Orden Circular nº 127. En ella, por orden del rey Alfonso XIII, se crearon las llamadas Fuerzas Regulares Indígenas de Melilla, origen de los actuales Grupo de Regulares 54 de Ceuta y Grupo de Regulares 42 de Melilla. La valentía y el heroísmo demostrados por estas tropas a lo largo de sus cien años de historia quedan patentes en las casi 90.000 bajas sufridas, entre muertos, heridos y desaparecidos en combate.
En el caso de Ceuta, el Jefe del Estado Mayor del Ejército se desplazó a la Base «González Tablas», donde mantuvo un encuentro con cerca de un centenar de antiguos indígenas «regulares» desplazados desde Marruecos. El secretario general de la Asociación Nacional de Antiguos Combatientes, El Amine Rqibate, destacó la amistad hispano-marroquí y recordó el «amor y cariño» que los indígenas «regulares» sienten por España, «a la que siempre sirvieron con honor y lealtad». Por su parte, el Jefe del Estado Mayor del Ejército agradeció «su magnífico servicio a lo largo de muchos años, prestado de forma ejemplar».