Fondos de inversión criptomonedas
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Pantera lanzó el primer fondo de criptodivisas en Estados Unidos cuando el bitcoin estaba a 65 dólares /BTC en 2013. Posteriormente, la empresa lanzó el primer fondo de riesgo centrado en blockchain. El co-CIO de Pantera, Joey Krug, cofundó Augur, una de las primeras aplicaciones descentralizadas construidas en Ethereum. En 2017, Pantera fue la primera en ofrecer un fondo de tokens en fase inicial.
Exposición a la equidad en empresas que construyen productos y servicios en el naciente ecosistema de blockchain. Nuestra larga reputación y ventaja técnica nos permite ver prácticamente todos los acuerdos en el mercado, y liderar alrededor de la mitad de nuestras inversiones en empresas de cartera.
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Brian Edmondson es un especialista en banca y negocios online con dos décadas de experiencia trabajando en el sector financiero como empleado y como empresario. Brian es el fundador de la Fundación para la Recuperación de la Quiebra, colaborador habitual de Entrepreneur, y fue analista y asesor financiero en Merrill Lynch.
Khadija Khartit es una experta en estrategia, inversión y financiación, y educadora de fintech y finanzas estratégicas en las mejores universidades. Ha sido inversora, empresaria y asesora durante más de 25 años. Es titular de las licencias FINRA Series 7, 63 y 66.
Las criptomonedas («crypto») como Bitcoin, Litecoin, Ethereum y otras altcoins como Dogecoin siguen siendo noticia. Estos tokens digitales siguen atrayendo a nuevos aficionados. Sin embargo, algunas personas creen que el cripto es un tipo de activo muy arriesgado y especulativo. Los críticos citan que el cripto está todavía en su infancia (ni siquiera ha salido de su segunda década) y no está respaldado ni regulado por los gobiernos como lo está una moneda fiduciaria.
litecoin
Cuando el bitcoin irrumpió en 2009, muy poca gente podía asimilar la idea de un dinero que existe puramente en el ciberespacio. Sin embargo, las personas que desconfiaban del control y la manipulación de las divisas por parte de los bancos centrales se aficionaron rápidamente, al igual que los inversores que buscaban formas de diversificar sus carteras. A medida que su popularidad ha ido creciendo, el bitcoin, que no tiene autoridad central, se ha ido utilizando cada vez más para las transferencias internacionales de dinero, así como para el comercio diario. Más de 100.000 comercios aceptan ya el bitcoin para sus transacciones.
Como su oferta es limitada y conocida, el valor del bitcoin aumenta a medida que lo hace la demanda, lo que lo convierte en un vehículo atractivo para los inversores, pero también muy volátil, como se ha visto en los últimos años. Los precios de cierre de Bitcoin se han disparado hasta 18.402 dólares el 18 de diciembre de 2017, y hasta 3.234 dólares el 13 de diciembre de 2018. El 10 de enero de 2020, acababa de romper los 8.000 dólares.
La volatilidad del Bitcoin puede atribuirse a varios factores, entre ellos el hecho de que todavía no se entiende bien como depósito de valor o método de transferencia. Los inversores pueden ponerse muy nerviosos con el bitcoin cuando éste aparece en los titulares por las vulnerabilidades de seguridad o por su uso en el tráfico de drogas. Además, la situación regulatoria de la criptomoneda aún no está clara en la mayoría de las jurisdicciones. En Estados Unidos, la Comisión del Mercado de Valores (SEC) ha rechazado varias solicitudes de fondos cotizados (ETF) de bitcoin. Los ETF de blockchain, que poseen acciones de empresas que han invertido en tecnología de blockchain, son más comunes; actualmente, hay ocho ETF de este tipo que cotizan en mercados regulados.
voyager digital
Blockchain ha resuelto un problema tan antiguo como el propio trueque: cómo intercambiar activos de forma eficiente. Las cartas de crédito, el papel moneda y las monedas acuñadas han existido durante siglos, pero son engorrosas para el comercio y el seguimiento. Innovaciones como las tarjetas de crédito e Internet mejoraron la velocidad y la eficiencia, pero muchas transacciones siguen pasando por intermediarios como las compañías de tarjetas de crédito o los bancos. El sistema tiene sus inconvenientes: los comerciantes están en deuda con instituciones financieras que cobran importantes comisiones, puede haber retrasos significativos en la transferencia de fondos y las grandes redes financieras centralizadas son objetivos principales para el fraude y los ciberataques. Además, no todo el mundo tiene acceso a la banca y el crédito tradicionales.
Entra en escena Blockchain. Blockchain es un libro de contabilidad digital descentralizado e incorruptible que facilita y registra todo tipo de transacciones. El libro de contabilidad colectivo se actualiza cada vez que se produce una transacción, y los datos se sincronizan en toda la red de participantes, lo que garantiza la transparencia y la confianza. La información de la cadena de bloques no se almacena en un único lugar, sino que se distribuye y se copia a través de una red de ordenadores y otros dispositivos. Esto significa que los registros de la cadena de bloques son públicos, verificables y accesibles para cualquiera que tenga Internet.