Dinero en euros

Los billetes del euro, la moneda de la zona del euro y de las instituciones, están en circulación desde que se emitió la primera serie (también llamada ES1) en 2002. Los emiten los bancos centrales nacionales del Eurosistema o el Banco Central Europeo[1]. En 1999 se introdujo virtualmente el euro,[2] y en 2002 empezaron a circular billetes y monedas. El euro sustituyó rápidamente a las antiguas monedas nacionales y se extendió lentamente por la Unión Europea.

Las denominaciones de los billetes van de 5 a 500 euros y, a diferencia de las monedas en euros, el diseño es idéntico en toda la eurozona, aunque se emiten e imprimen en varios Estados miembros. Los billetes de euro son de pura fibra de algodón, lo que mejora su durabilidad y da a los billetes un tacto distintivo. Miden desde 120 por 62 milímetros hasta 160 por 82 milímetros y tienen una gran variedad de colores. Los billetes de euro contienen numerosos y complejos elementos de seguridad, como marcas de agua, características de tinta invisible, hologramas, tintas ópticamente variables y microimpresiones que documentan su autenticidad. Mientras que las monedas de euro tienen una cara nacional que indica el país de emisión (aunque no necesariamente de acuñación), los billetes de euro carecen de ella. En su lugar, esta información aparece en el primer carácter del número de serie de cada billete.

Signo de dinero en euros

Las series temporales comienzan en enero de 2002. Los datos de saldos se refieren al importe pendiente al final del periodo de referencia. Los datos de flujos se refieren al importe acumulado entre el primer y el último día del período de referencia.

Leer más  Marcas de coche inglesas

Tres conjuntos de datos con diferentes objetivos, alcances y metodologías proporcionan información sobre la circulación de billetes y monedas. Estos datos no indican si los billetes o las monedas circulan físicamente dentro o fuera de la zona del euro. Cualquier interpretación económica de los datos debe tener en cuenta las metodologías y diferencias que se presentan a continuación.

Esta partida proporciona datos sobre los billetes/monedas puestos en circulación en la zona del euro. Se calcula para cada país como el total de billetes/monedas en euros puestos en circulación por el banco central nacional (BCN) de ese país desde la introducción del euro, menos todos los billetes/monedas en euros devueltos a ese BCN. Los importes pendientes también pueden ser negativos si el valor/número de billetes devueltos a un BCN es mayor que el valor/número que ha emitido debido a la migración de billetes entre los países de la zona del euro.

Imágenes de 100 euros

También conocido como tipo de mercado medio, tipo de cambio al contado o tipo de cambio real, el tipo de cambio interbancario es el que utilizan los bancos y las grandes instituciones cuando negocian grandes volúmenes de divisas entre sí. No se aplica a los particulares ni a las pequeñas empresas, ya que las transferencias de dinero más pequeñas suelen tener un mayor margen de beneficio, para que la casa de cambio que ofrece el servicio pueda obtenerlo.

Los tipos de conversión de divisas difieren entre las empresas, ya que cada una de ellas manipula el tipo interbancario para obtener un beneficio. Esto suele hacerse en función del volumen; cuanto mayor sea el volumen, más se acercará al tipo interbancario. Nos encontramos con muchos competidores que publican los tipos interbancarios en línea como cebo para enganchar a los nuevos clientes, pero, una vez que los clientes están a bordo, cambian el tipo de forma drástica, normalmente no a favor de los clientes.

La mayor parte de las operaciones se realizan en el mercado del Reino Unido y de EE.UU., por lo que entre las 8 de la mañana GMT y las 5 de la tarde EST, es cuando el mercado tiene más liquidez y la diferencia entre los tipos de compra y venta es mínima. Una vez que se opera fuera de estas horas, no se puede cubrir la operación con las grandes instituciones y hay que pagar la tasa como un seguro contra las fluctuaciones desde el momento en que se reserva hasta que se compensa con un socio.

Leer más  Cuanto costaba un piso en 1990

Papel pintado de dólares

Cuando los ministros de finanzas de la eurozona emitieron recientemente un canto conjunto a la moneda única con motivo del vigésimo aniversario de la introducción de los billetes y monedas en euros, ocurrió algo extraordinario: Nada. Nadie se sumó a las celebraciones, y a nadie le importó lo suficiente como para disentir.

ATENAS – Este mes se cumplen veinte años desde que la moneda común europea se convirtió en una realidad tangible con la introducción de los billetes y monedas en euros. Para conmemorar la ocasión, los ministros de finanzas de la eurozona emitieron una declaración conjunta en la que calificaban la moneda como “uno de los logros más tangibles de la integración europea”. De hecho, el euro no ha hecho nada para promover la integración europea. Todo lo contrario.

El objetivo principal del euro era facilitar la integración eliminando el coste de las conversiones de moneda y, lo que es más importante, el riesgo de devaluaciones desestabilizadoras. Se prometió a los europeos que fomentaría el comercio transfronterizo. Los niveles de vida convergerían. El ciclo económico se amortiguaría. Traería una mayor estabilidad de precios. Y la inversión dentro de la eurozona produciría un crecimiento más rápido de la productividad en general y un crecimiento convergente entre los países miembros. En resumen, el euro apuntalaría la benigna germanización de Europa.

Por Pablo Mariscal

Soy Pablo Mariscal periodista especializado en tecnología e informática. Entre mis intereses se encuentran la realidad virtual y la programación, pero mi principal objetivo son las noticias. Llevo cinco años escribiendo sobre tecnología y tres como periodista independiente.