Industria petroquimica en españa
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Tarragona alberga el mayor centro químico del sur de Europa, con una producción anual de 20 millones de toneladas. El puerto de Tarragona desempeña un papel clave en la competitividad de este centro. Es uno de los puertos más profundos del Mediterráneo y una de las principales plataformas logísticas de Cataluña, con un tráfico anual de más de 31 millones de toneladas, de las cuales 19 millones son de productos petroquímicos.El clúster químico de Tarragona está formado por los polos sur y norte, que están conectados con el puerto cercano por carretera y oleoducto. La principal materia prima -petróleo crudo y gas natural- es importada. El gas natural se importa en forma de GNL y luego se procesa en varias instalaciones de gasificación a lo largo de la costa de Barcelona y Cartagena. El gas natural también se suministra a través del gasoducto transpirenaico Calahorra desde Lacq en Francia, y del gasoducto Magreb-Europa desde Argelia a España. El petróleo crudo se suministra por barco desde diversas fuentes a varias terminales. El clúster de Tarragona está conectado a la red española de distribución de gas natural.Número de empleos36.000 empleos directos en el puerto de los cuales unos 10.000 empleos directos en el clúster químicoConocimiento e investigación
Petrochemical deutsch
Cepsa fue fundada en 1929 como una empresa privada dirigida por Francisco Recasens, con su primera refinería ubicada en Tenerife, en las Islas Canarias. Debido al monopolio estatal de CAMPSA en la distribución de carburantes, Cepsa vendió su producción a esta empresa. Se amplió a la producción de lubricantes en 1950 y de productos petroquímicos en 1955. En 1964 abrió una fábrica en Portugal, y en 1967 añadió una segunda refinería en San Roque de Cádiz. Tras la relajación del monopolio estatal, Cepsa compró una parte de las gasolineras Campsa en 1992.
En 1988, la International Petroleum Investment Company (IPIC) de Abu Dhabi compró una participación del 10% de Cepsa. Más tarde, Elf Aquitaine compró una participación del 20%, y Cepsa se convirtió en una empresa que cotiza en bolsa en 1989. Cepsa compró una tercera refinería en Huelva en 1991, y entró en el mercado del gas licuado de petróleo en 1998. La empresa se expandió al Reino Unido, Holanda, Canadá, Argelia, Brasil, Colombia y Perú. En 2011 IPIC compró la totalidad de la empresa por 267 millones de euros[3].
Panorama de la industria química europea 2020
Tarragona alberga el mayor centro químico del sur de Europa, con una producción anual de 20 millones de toneladas. El Puerto de Tarragona juega un papel clave en la competitividad de este hub. Es uno de los puertos más profundos del Mediterráneo y una de las principales plataformas logísticas de Cataluña, con un tráfico anual de más de 31 millones de toneladas, de las cuales 19 millones son de productos petroquímicos.
El clúster químico de Tarragona está formado por los polos sur y norte, que están conectados con el puerto cercano por carretera y oleoducto. La principal materia prima -petróleo crudo y gas natural- es importada. El gas natural se importa en forma de GNL y luego se procesa en varias instalaciones de gasificación a lo largo de la costa de Barcelona y Cartagena. El gas natural también se suministra a través del gasoducto transpirenaico Calahorra desde Lacq en Francia, y del gasoducto Magreb-Europa desde Argelia a España. El petróleo crudo se suministra por barco desde diversas fuentes a varias terminales. El clúster de Tarragona está conectado a la red española de distribución de gas natural.
Producción de etileno europa
El sector químico español es una industria estratégica en la economía del país y un importante generador de riqueza y empleo, ya que está formado por más de 3.072 empresas, con una facturación de 66.400 millones de euros en 2019, y proporciona 697.000 empleos directos e indirectos.
Se trata de uno de los sectores industriales que se prevé que experimente un mayor crecimiento a nivel mundial. El aumento de la producción que será necesario para satisfacer la nueva demanda internacional se estima en un 4,5% interanual hasta 2030.
Su capacidad de producción y tradición industrial, su destacada ubicación geográfica e infraestructuras logísticas, la capacidad innovadora de la industria química que opera en el país y el crecimiento mundial de la demanda de nuevos productos químicos, hacen de España un destino estratégico para la inversión en la industria química.
La industria química española es uno de los mayores inversores industriales en investigación y desarrollo tecnológico, con una inversión anual de 2.500 millones de euros y acuerdos de colaboración para el desarrollo de la competitividad industrial con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, y el Ministerio de Economía, y las empresas.