Nombres de la realeza española
El 3 de agosto, Juan Carlos I, de 82 años, rey de España entre 1975 y 2014, anunció su decisión de abandonar el país debido a las «repercusiones públicas que están causando ciertos acontecimientos pasados de mi vida». En una carta publicada en la página web de la Casa Real española, afirmaba que su marcha también permitiría a su hijo, el rey Felipe VI, seguir desempeñando sus funciones reales con «tranquilidad».
La carta fue el último paso de una espiral descendente que comenzó hace ocho años, pero la ignominiosa salida del ex monarca no tiene que ver, o al menos no exclusivamente, con el blindaje de la reputación de una institución española antaño adorada; también tiene que ver con la autoprotección. Y no es la primera vez que un miembro de la Casa de Borbón recurre a este tipo de tácticas en momentos de crisis.
Las cosas empezaron a ir mal en 2012, cuando el rey realizó un desacertado viaje de caza a Botsuana que se rumorea que costó unos 40.000 euros (unos 60.000 dólares), y que fue pagado por Mohamed Eyad Kayali -un asesor de la familia real saudí que más tarde aparecería como titular de cuentas en paraísos fiscales en los Papeles de Panamá de 2016-. Mientras el resto de España sufría una recesión y un aumento del desempleo, los detalles de unas vacaciones tan costosas no podían llegar en peor momento para la realeza española.
Elena de España
Resumen: Este artículo explora la gestión de las relaciones del rey Juan Carlos I de España para legitimar la monarquía como institución y construir una nueva democracia tras la muerte de Franco en 1975. El alto nivel de apoyo público durante la mayor parte de su reinado demuestra que existe una correlación entre una buena gestión de las relaciones y la lealtad de los súbditos. Sólo cuando se violaron algunos principios básicos de la gestión de relaciones de beneficio mutuo, como la confianza y la apertura con sus súbditos, el nivel de apoyo a Juan Carlos I, y a la monarquía como institución, disminuyó. No obstante, el valor de la gestión de las relaciones ha demostrado ser duradero, ya que el nuevo monarca, Felipe VI, fue capaz de recuperar en un periodo de tiempo relativamente corto el apoyo público del que gozó Juan Carlos I en el pasado. Este hecho indica que incluso en el caso de monarquías disruptivas, como la española, el poder de la gestión de las relaciones ha demostrado su eficacia para legitimar la institución. Pero al mismo tiempo también señala que para el régimen de la opinión pública las monarquías tienen que mostrar ejemplaridad y eso implica no sólo crear beneficio mutuo para la ciudadanía a través de buenas acciones, ya que Juan Carlos I siempre se comportó profesionalmente como representante empresarial y diplomático, sino que exista un sentimiento de confianza entre el monarca y los súbditos.
Monarquía española
Las monarquías han sido una forma de gobierno de las regiones y los países a lo largo de la historia. Históricamente, las monarquías gobernaban todos los países e imperios. En el mundo moderno, las monarquías son menos frecuentes. Hay un empuje hacia la democratización y los países están avanzando hacia las repúblicas y las democracias. Esto permite a los ciudadanos de las naciones tener voz y voto sobre sus líderes, representantes y políticas en su propio país. Pero incluso con este cambio global, hay pocos países que mantienen su monarquía.
España ha sido históricamente gobernada por una monarquía, con algunas interrupciones en el siglo XX. En 1931, la Segunda República Española, un régimen republicano, gobernó el país. Esto permitió la celebración de elecciones en las que los antimonárquicos ganaron la mayoría de los votos y esto llevó a que el rey, Alfonso XIII, abandonara el país. Este régimen duró poco y terminó en 1939. La Guerra Civil española jugó un papel importante en la forma de gobierno del país durante esta época. La Guerra Civil española tuvo lugar entre 1936 y 1939. En 1936, Francisco Franco comenzó a tomar el control del gobierno español mediante acciones militares. Durante este tiempo, fue el «caudillo» de España, lo que le dio el poder político y le permitió ejercerlo de forma autoritaria. Francisco Franco fue un dictador fascista que gobernó España con un régimen militar hasta su muerte en 1975.
Reyes de España
Desde la marcha del ex rey español Juan Carlos corren rumores de que su hijo, el rey Felipe VI, le obligó a abandonar el palacio real. El martes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, elogió a la Casa Real por distanciarse del ex regente, pero entre los socios de la coalición de izquierdas de Sánchez y en la calle, los llamamientos a la abolición de la monarquía son cada vez más fuertes. ¿Ha llegado el momento de hacerlo?
El futuro de la monarquía española no vendrá determinado únicamente por el trato que reciba Juan Carlos, insta la fiscal Elisa de la Nuez en El Mundo: «Naturalmente, hay que modificar el decreto que concedió a Juan Carlos I el título honorífico de rey (tras su abdicación) y retirarle ese honor. … Pero quizá la principal prioridad sea modernizar las normas que rigen la institución. Por encima del título de rey como jefe de Estado, deberían añadirse a la Constitución las garantías necesarias para que el cargo de jefe de Estado, independientemente de quien lo ostente en la actualidad, funcione con eficacia, neutralidad y profesionalidad, con todos los contrapesos necesarios, con la transparencia adecuada, con la rendición de cuentas y, sobre todo, con el máximo grado de ejemplaridad.»