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DeFi se inspira en el blockchain, la tecnología que está detrás de la moneda digital bitcoin, que permite que varias entidades tengan una copia de un historial de transacciones, lo que significa que no está controlado por una única fuente central. Esto es importante porque los sistemas centralizados y los guardianes humanos pueden limitar la velocidad y la sofisticación de las transacciones y ofrecer a los usuarios un control menos directo sobre su dinero. DeFi se distingue porque amplía el uso de la cadena de bloques desde la simple transferencia de valores a casos de uso financiero más complejos.

Bitcoin y muchos otros activos digitales nativos se distinguen de los métodos de pago digitales heredados, como los de Visa y PayPal, en que eliminan todos los intermediarios de las transacciones. Cuando usted paga con una tarjeta de crédito un café en una cafetería, una institución financiera se sitúa entre usted y el negocio, con el control de la transacción, conservando la autoridad para detenerla o pausarla y registrarla en su libro de contabilidad privado. Con el bitcoin, esas instituciones quedan fuera de juego.

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«DeFi» significa finanzas descentralizadas. En palabras sencillas, significa finanzas con autocustodia. A diferencia de las finanzas tradicionales, en las que una empresa, un banco o un fondo son responsables de tu dinero, en DeFi nadie más que tú tiene acceso a él», explica Anton Mozgovoy, cofundador de Mover, una plataforma de ahorro DeFi.

A través de esta nueva tecnología emergente, DeFi amplía lo que es posible con la criptodivisa y va más allá de la simple moneda y crea sofisticados sistemas con abundantes usos con la creación de aplicaciones, típicamente denominadas apps descentralizadas, o dApps, en las que entraremos más adelante.

DeFi fue acuñado en 2018 por un grupo de emprendedores y desarrolladores de Ethereum que querían abrir las aplicaciones financieras de los sistemas tradicionales. La abreviatura suena como desafiar, lo cual es intencional.

DeFi, que antes se denominaba «finanzas abiertas», elimina el intermediario en las transacciones financieras. Así, en lugar de que su banco o el emisor de su tarjeta de crédito sean los intermediarios entre usted y un comerciante cuando realiza una compra, usted utiliza la moneda digital y tiene la propiedad de la misma para utilizarla directamente. DeFi se basa principalmente en Ethereum, la principal criptomoneda junto a Bitcoin.

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DeFi (o «finanzas descentralizadas») es un término general para los servicios financieros en blockchains públicos, principalmente Ethereum. Con DeFi, puedes hacer la mayoría de las cosas que los bancos permiten – ganar intereses, pedir prestado, prestar, comprar seguros, comerciar con derivados, comerciar con activos, y más – pero es más rápido y no requiere papeleo o una tercera parte. Como ocurre con las criptomonedas en general, DeFi es global, peer-to-peer (es decir, directamente entre dos personas, no a través de un sistema centralizado), seudónimo y abierto a todos.

DeFi parte de la premisa básica de Bitcoin -dinero digital- y la amplía, creando una alternativa digital a Wall Street, pero sin todos los costes asociados (piense en torres de oficinas, plantas de negociación, salarios de banqueros). Esto tiene el potencial de crear mercados financieros más abiertos, libres y justos, accesibles a cualquier persona con una conexión a Internet.

Los usuarios suelen relacionarse con DeFi a través de un software llamado dapps («aplicaciones descentralizadas»), la mayoría de las cuales se ejecutan actualmente en la cadena de bloques Ethereum. A diferencia de un banco convencional, no hay que rellenar una solicitud ni abrir una cuenta.

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y riesgo Toda inversión conlleva un cierto nivel de riesgo y DeFi no es diferente. Pero cualquier criptomoneda o aplicación DeFi puede tener un mayor nivel de riesgo debido a las dificultades con la regulación (aunque la SEC está tratando de arreglar eso) y las posibles estafas. Una buena regla general es no invertir ningún dinero que no pueda permitirse perder.

La salida financieraDeFi es un ecosistema financiero en expansión que se esfuerza por eliminar a los intermediarios y permitir las transacciones financieras entre los usuarios. En la actualidad, hay mucho revuelo en torno a DeFi y las criptomonedas. Si quieres participar, asegúrate de entender no sólo las recompensas sino también los riesgos antes de empezar.