Que pasa con pescanova
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Manuel Fernández de Sousa, el ahora tristemente célebre ex presidente y consejero delegado de la mayor empresa pesquera de España, Pescanova, ha sido condenado a ocho años de prisión por el Tribunal Superior de Justicia del país, la Audiencia Nacional.
La sentencia llega siete años después de la quiebra de Pescanova, que se convirtió en la mayor quiebra empresarial no inmobiliaria de la historia de España, al ocultar una deuda oculta que ascendía a 3.600 millones de euros (4.200 millones de dólares).
Ejerciendo su derecho a una última palabra ante el tribunal en julio, Fernández de Sousa volvió a declararse inocente de los cargos de «prácticas fraudulentas» y de cometer «fraude a los accionistas e inversores» de los que se le acusaba. «Mis compañeros y yo habremos cometido errores, sin duda, pero todos buscando el beneficio de la empresa, y nunca cometiendo ningún delito», dijo.
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La Vanguardia informa de que la Audiencia Nacional de España) ha condenado al expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa-Faro, a ocho años de cárcel por fraude, falseamiento de información económica y financiera y por falsificar documentos mercantiles que llevaron a la empresa pesquera a la quiebra en 2014.
En un largo catálogo de actividades fraudulentas, se descubrió también que se utilizaron «nombres y datos de antiguos clientes o empresas con las que nunca habían tenido relación comercial» para solicitar financiación bancaria.
El diario Abc Economía informó de lo siguiente desde la sala de vistas: «En las cuentas de 2012 de todo el Grupo Pescanova, la empresa emitió una deuda financiera de 1.034 millones de euros, un crecimiento positivo de 653 millones de euros y un resultado en el ejercicio de 36,6 millones de euros a su favor. Todo falso. La administración concursal reveló una deuda tres veces superior, un patrimonio neto negativo de casi 1.500 millones de euros y un resultado real de casi 800 millones de euros de pérdidas. Las cuentas estaban firmadas por el auditor condenado BDO».
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GMT Research es una empresa de investigación contable que desarrolla metodologías propias para detectar anomalías financieras, o rasgos similares a los chanchullos contables del pasado, en empresas que cotizan en bolsa. Tiene su sede en Hong Kong, se centra en Asia y está regulada por la Comisión de Valores y Futuros de Hong Kong. La empresa asesora a instituciones de inversión de todo el mundo. Para más información, visite nuestras páginas de Condiciones de uso o Acerca de nosotros.
Pescanova SA se dedica al negocio de la pesca. Se dedica a la acuicultura y a la explotación industrial de productos del mar. Sus principales actividades son la producción, la transformación y la distribución de pescado como producto alimentario. Pescanova salió a bolsa en 1985, cotizando en la Bolsa de Madrid (XMAD)
El 2 de abril de 2013 Pescanova despidió a BDO, como auditor, porque se había negado a firmar sus cuentas de todo el año. Posteriormente, la auditora escribió una carta al regulador del mercado en la que afirmaba que se le había negado repetidamente el acceso a documentos clave, lo que había imposibilitado la realización de su trabajo.
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Pescanova SA se dedica al negocio de la pesca. Se dedica a la acuicultura y a la explotación industrial de productos del mar. Sus principales actividades son la producción, la transformación y la distribución de pescado como producto alimentario. Pescanova salió a bolsa en 1985, cotizando en la Bolsa de Madrid (XMAD)
El 2 de abril de 2013 Pescanova despidió a BDO, como auditor, porque se había negado a firmar sus cuentas de todo el año. Posteriormente, la auditora escribió una carta al regulador del mercado alegando que se le había negado repetidamente el acceso a documentos clave que habían imposibilitado el desarrollo de su trabajo.
El 15 de abril de 2013, Pescanova hizo oficial su intención voluntaria de acogerse a un procedimiento de quiebra diciendo que tenía deudas por valor de 1.500 millones de euros. Se nombró a Deloitte Advisory S. L. como administrador concursal. KPMG fue designada para realizar una investigación forense. También se anunció que el presidente, Fernández de Sousa, había vendido la mitad de su participación del 14,4% en Pescanova en los cuatro meses anteriores a la solicitud de insolvencia del grupo. Afirmó que los ingresos se utilizaron para conceder préstamos a la empresa. Por la venta de 1,98 millones de acciones, vendidas sin poner al corriente al regulador, recibió 31 millones de euros. Posteriormente, Pescanova aclaró que el empresario sólo prestó a la empresa 9 millones de euros.