Quien paga el rescate de los bancos
Definición de rescate de la generación
Un rescate es cuando una empresa, un individuo o un gobierno proporciona dinero y/o recursos (también conocido como inyección de capital) a una empresa en quiebra. Estas acciones ayudan a evitar las consecuencias de la posible caída de esa empresa, que puede incluir la quiebra y el incumplimiento de sus obligaciones financieras.
Las empresas y los gobiernos pueden recibir un rescate que puede adoptar la forma de un préstamo, la compra de bonos, acciones o infusiones de efectivo, y puede requerir que la parte recusada reembolse la ayuda, dependiendo de los términos.
Los rescates suelen ser sólo para empresas o industrias cuya quiebra puede tener un grave impacto adverso en la economía, no sólo en un sector concreto del mercado. Por ejemplo, una empresa con una plantilla considerable puede recibir un rescate porque la economía no podría soportar el importante aumento del desempleo que se produciría si la empresa quebrara. A menudo, otras empresas intervienen y adquieren la empresa en quiebra, lo que se conoce como una adquisición de rescate.
El gobierno de Estados Unidos tiene una larga historia de rescates que se remonta al Pánico de 1792. Desde entonces, el gobierno ha ayudado a las instituciones financieras durante el rescate de las cajas de ahorro y préstamos de 1989, ha rescatado al gigante de los seguros American International Group (AIG), ha financiado a los prestamistas de viviendas patrocinados por el gobierno Freddie Mac y Fannie Mae, y ha estabilizado a los bancos durante el rescate de 2008 «demasiado grande para caer», conocido oficialmente como la Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008 (EESA).
Bancos demasiado grandes para quebrar
El gobierno de Estados Unidos tiene un largo historial de liderar rescates económicos. La primera intervención importante se produjo durante el Pánico de 1792, cuando el Secretario del Tesoro Alexander Hamilton autorizó compras para evitar el colapso del mercado de valores. Cuando las empresas privadas necesitan ser rescatadas, el gobierno suele estar dispuesto a evitar su ruina. En este artículo, examinamos seis casos del siglo pasado que han hecho necesaria la intervención del gobierno:
La Gran Depresión es el nombre que recibe el prolongado declive y estancamiento económico precipitado por el crack bursátil de 1929. Tras la elección del presidente Franklin D. Roosevelt en 1933, el gobierno promulgó una serie de programas de rescate que sentaron precedente, diseñados para aliviar a la población y a las empresas de la nación.
Cuando Roosevelt asumió el cargo, la tasa de desempleo se acercaba al 25%. Innumerables estadounidenses que perdieron sus empleos también perdieron sus casas. La población sin hogar creció, especialmente en las zonas urbanas. Para mantener a la gente en sus casas, el gobierno creó la Corporación de Préstamos para Propietarios de Viviendas (Home Owners’ Loan Corporation), que compraba las hipotecas impagadas de los bancos y las refinanciaba a tipos más bajos. El programa ayudó a un millón de familias a beneficiarse de tipos más bajos en las hipotecas refinanciadas. Como no existía un mercado secundario, el gobierno conservó las hipotecas hasta que fueron pagadas.
Corporate bailout deutsch
El verano pasado, el columnista del Washington Post «Fact-checker», Glenn Kessler, escribió que el plan «Medicare for All», favorecido por el senador Bernie Sanders (I-VT), haría que los «proveedores» se enfrentaran a un «recorte inmediato del 40% en sus pagos». El artículo fue rápidamente enmendado para reflejar que los recortes sólo se referían a los pagos de los seguros privados, dejando a los beneficiarios de Medicare intactos. Unos días más tarde, Kessler repetiría -y posteriormente volvería a corregir- el mismo error.
En cuanto a la cuestión de si alguien fue a la cárcel por delitos relacionados con la crisis, Kessler tiene razón en que un ejecutivo, Kareem Serageldin, fue condenado a 30 meses por delitos que podrían interpretarse como una contribución al accidente. El hecho de que su caso tuviera lugar en 2013, mucho después de que periodistas como Gretchen Morgensen, Louise Story y yo mismo hiciéramos ruido sobre la llamativa ausencia de procesamientos, no viene al caso. Serageldin sí fue procesado por sobrevalorar bonos hipotecarios, y aunque no era uno de los actores importantes del escándalo ni mucho menos, tenía un título que técnicamente se podría llamar «importante».
Pros y contras del rescate gubernamental
Este artículo se refiere al fondo del Tesoro. Para el proyecto legislativo y la ley posterior, véase la Ley Pública 110-343. Para la historia legislativa y los acontecimientos que condujeron a la ley, véase la Ley de Estabilización Económica de Emergencia de 2008.
El Programa de Alivio de Activos en Problemas (TARP, por sus siglas en inglés) es un programa del gobierno de los Estados Unidos para la compra de activos tóxicos y acciones de instituciones financieras para fortalecer su sector financiero que fue aprobado por el Congreso y firmado por el presidente George Bush. Fue un componente de las medidas adoptadas por el gobierno en 2009 para hacer frente a la crisis de las hipotecas de alto riesgo.
El TARP permitió al Departamento del Tesoro de los Estados Unidos comprar o asegurar hasta 700.000 millones de dólares de «activos problemáticos», definidos como «(A) obligaciones residenciales o comerciales se comprarán, u otros instrumentos que se basen en dichas hipotecas o estén relacionados con ellas, que en cada caso se hayan originado o emitido el 14 de marzo de 2008 o antes, cuya compra el Secretario determine que promueve la estabilidad del mercado financiero; y (B) cualquier otro instrumento financiero que el Secretario, tras consultar con el Presidente de la Junta de Gobernadores del Sistema de la Reserva Federal, determine que su compra es necesaria para promover la estabilidad del mercado financiero, pero sólo tras la transmisión de dicha determinación, por escrito, a los comités apropiados del Congreso». [2]