Teoría de los sistemas de las organizaciones

La teoría general de los sistemas, en su forma teórica, ha sido raramente aplicada. La Ciencia Política carece de un alto nivel de conciencia teórica, así como de un programa de análisis abstracto sistemático. Carece del material conceptual y preposicional básico. Aun así, algunos de sus conceptos se han hecho populares y se utilizan en una gran variedad de contextos, como la estabilidad, la retroalimentación, la entropía, etc. En la práctica, se utiliza como forma de orientación general o marco de referencia. Estos intentos ayudan a que se eleve por encima de los caminos trillados. Pero no es el uso adecuado de la teoría general de sistemas.

Esta teoría puede ayudar a desarrollar un conjunto de principios básicos aplicables a una gran variedad de sistemas políticos. Como su alcance es más amplio y elevado, su nivel de abstracción puede abarcar muchas disciplinas y dar cabida a múltiples teorías de rango medio e inferior. En un momento en el que no se dispone de una teoría general de la política, puede servir de esquema para completar ese largo y arduo programa. Puede poner las cualidades complementarias de varios enfoques en un patrón integrado viable para su uso en el análisis político.

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El artículo presenta una historia de la teoría general de sistemas y analiza varios de sus diversos aspectos. Según el autor, la noción de teoría general de sistemas surgió por primera vez de los filósofos presocráticos, y evolucionó a lo largo de los tiempos a través de diferentes entidades filosóficas hasta que finalmente se estructuró formalmente a principios del siglo XX. La teoría tiene tres aspectos principales. El primero se denomina «ciencia de los sistemas», o la exploración científica y la teoría de los sistemas en diversas ciencias. El segundo se llama «tecnología de sistemas», o los problemas que surgen en la tecnología y la sociedad modernas. El tercer aspecto se llama «filosofía de sistemas» y se refiere a la reorientación del pensamiento y la visión del mundo.

Ejemplo de la teoría de sistemas

La teoría de sistemas afirma que el sistema en sí mismo es más importante que todas las partes individuales que lo componen. Dos teorías de sistemas permiten que una familia se adapte a su entorno: la primera es la morfostasis, que significa «cambiar para adaptarse o adaptarse al cambio», y la segunda, la morfogénesis, que es la capacidad de la familia para crecer y cambiar a mejor debido a las condiciones ambientales internas o externas. Además, un sistema tiene bucles de retroalimentación de los individuos y otros que modifican y crean el sistema.

En un sistema familiar, el sistema se refiere a la unidad familiar, aunque puede tener sistemas más pequeños, a veces denominados subsistemas. Pueden ser los padres, los hermanos, los hijastros o cualquier familia extensa que conviva con la unidad familiar nuclear. Además, existe una retroalimentación tanto negativa como positiva en la dinámica familiar y la aplicación de la teoría de sistemas.

Los límites son otro componente de la comunicación y la interacción dentro de la familia. Los límites tienen que ver con la forma en que la información sale y entra en la familia. Por ejemplo, cierta información puede mantenerse sólo dentro de la familia, mientras que otra puede compartirse con personas ajenas a ella. Los límites de la información pueden estar vinculados a las expectativas establecidas por los líderes de la familia, como los padres o los cuidadores.

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La teoría general de los sistemas se ha propuesto como base para la unificación de la ciencia. El modelo de sistemas abiertos ha estimulado muchas nuevas conceptualizaciones en la teoría de la organización y la práctica de la gestión. Sin embargo, la experiencia en la utilización de estos conceptos sugiere muchos dilemas sin resolver. Los puntos de vista contingentes representan un paso hacia una menor abstracción, unos patrones de relaciones más explícitos y una teoría más aplicable. La sofisticación llegará cuando tengamos una comprensión más completa de las organizaciones como sistemas totales (configuraciones de subsistemas), de modo que podamos prescribir diseños organizativos y sistemas de gestión más adecuados. En última instancia, la teoría de la organización debería servir de base para una práctica de gestión más eficaz.