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Campos pulmonares en perros
Asistente de radiología de la fibrosis pulmonar
Los pulmones caninos y felinos tienen una lobación idéntica con cuatro lóbulos del pulmón derecho (los lóbulos craneal, medio, caudal y accesorio) y dos lóbulos del pulmón izquierdo (los lóbulos craneal y caudal). El lóbulo craneal izquierdo se caracteriza por dos segmentos distintos, el craneal y el caudal (Figs. 33-1 y 33-2). La localización de los lóbulos pulmonares en las Figuras 33-1 y 33-2 es aproximada porque hay una considerable superposición de lóbulos individuales en el espacio tridimensional, y no es posible una representación exacta de su localización en una imagen bidimensional.
Radiografía torácica canina lateral en la que se indica la ubicación aproximada de los lóbulos pulmonares. A, lóbulo accesorio; Cd, lóbulos caudales derecho e izquierdo; Cr, lóbulo craneal derecho y segmento craneal del lóbulo craneal izquierdo; M, lóbulo medio derecho y segmento caudal del lóbulo craneal izquierdo.
Radiografía torácica canina ventrodorsal en la que se indica la ubicación aproximada de los lóbulos pulmonares. A: lóbulo accesorio; LCd: lóbulo caudal izquierdo; LCr-Cd: segmento caudal del lóbulo craneal izquierdo; LCr-Cr: segmento craneal del lóbulo craneal izquierdo; RCd: lóbulo caudal derecho; RCr: lóbulo craneal derecho; RM: lóbulo medio derecho.
Patrón intersticial
Los pulmones caninos y felinos tienen una lobación idéntica, con cuatro lóbulos del pulmón derecho (los lóbulos craneal, medio, caudal y accesorio) y dos lóbulos del pulmón izquierdo (los lóbulos craneal y caudal). El lóbulo craneal izquierdo se caracteriza por dos segmentos distintos, el craneal y el caudal (Figs. 33-1 y 33-2). La localización de los lóbulos pulmonares en las Figuras 33-1 y 33-2 es aproximada porque hay una considerable superposición de lóbulos individuales en el espacio tridimensional, y no es posible una representación precisa de su localización exacta en una imagen bidimensional.
Fig. 33-1 Radiografía torácica canina lateral en la que se indica la ubicación aproximada de los lóbulos pulmonares. A, lóbulo accesorio; Cd, lóbulos caudales derecho e izquierdo; Cr, lóbulo craneal derecho y segmento craneal del lóbulo craneal izquierdo; M, lóbulo medio derecho y segmento caudal del lóbulo craneal izquierdo.
Fig. 33-2 Radiografía torácica canina ventrodorsal donde se indica la localización aproximada de los lóbulos pulmonares. A: lóbulo accesorio; LCd: lóbulo caudal izquierdo; LCr-Cd: segmento caudal del lóbulo craneal izquierdo; LCr-Cr: segmento craneal del lóbulo craneal izquierdo; RCd: lóbulo caudal derecho; RCr: lóbulo craneal derecho; RM: lóbulo medio derecho.
Bronquitis crónica en perros
Las radiografías torácicas se utilizan de forma rutinaria en perros y gatos con enfermedades respiratorias, pero su interpretación sigue siendo un reto. La razón por la que el parénquima pulmonar es difícil de evaluar es el hecho de que muchas enfermedades diferentes pueden tener una apariencia similar, y hay un gran grado de solapamiento de la manifestación radiográfica de las enfermedades. El concepto de patrones pulmonares se basa en la suposición de que diferentes enfermedades afectan a diferentes estructuras anatómicas dentro del parénquima pulmonar. Sin embargo, el modelo de patrones pulmonares no es perfecto, ya que muchas enfermedades afectan a varios y variados componentes de los pulmones, y la enfermedad en transición puede pasar de un componente a otro. No obstante, el modelo de patrón pulmonar, si se utiliza adecuadamente, es una valiosa herramienta de diagnóstico. A continuación se describen los diferentes patrones pulmonares, su aspecto radiográfico y su significado, pero también un enfoque alternativo para la interpretación del parénquima pulmonar en perros y gatos.
Resumen clínico
La torsión del lóbulo pulmonar es una condición poco común en la que el lóbulo pulmonar se tuerce sobre su pedículo. Los perros grandes y de pecho profundo (especialmente los lebreles) parecen estar predispuestos. En estos perros, la torsión suele producirse en el lóbulo medio del pulmón derecho. También se han descrito torsiones del lóbulo pulmonar en razas pequeñas, especialmente en los dogos, en los que el lóbulo craneal izquierdo es el más afectado. La mayoría de los animales afectados tienen entre 4 y 5 años de edad y los machos están predispuestos. La torsión del lóbulo pulmonar puede ser espontánea o como resultado de un quilotórax, un traumatismo, una neoplasia, una enfermedad respiratoria crónica o una cirugía torácica previa. Se especula que el colapso parcial de un lóbulo pulmonar conduce a una mayor movilidad.
La mayoría de las torsiones provocan la obstrucción del suministro venoso/linfático y de los bronquios. A menudo se conserva el suministro arterial. Esto da lugar a una grave congestión y consolidación del lóbulo pulmonar afectado. Puede producirse un derrame pleural o un neumotórax.
Los signos clínicos pueden ser a menudo imprecisos. Los perros con torsión del lóbulo pulmonar pueden presentarse de forma aguda o crónica. Los signos más comunes son la disnea, el letargo y la tos. Un derrame pleural o un neumotórax pueden dar lugar a una reducción de los sonidos cardiopulmonares.