Cómo hacen los gatos
Qué comen los gatos
Cuando los gatos hacen ruidos, intentan comunicar un sentimiento o un deseo. Tanto si ronronean mientras los acicalan como si sisean a otro animal, todos los sonidos de los gatos pueden traducirse a grandes rasgos al lenguaje humano. Por lo tanto, puede entender a grandes rasgos lo que su gato intenta comunicar.
Los tipos de sonidos de los gatos son específicos de su mascota. Algunos gatos son más vocales que otros y su mascota puede tener una forma muy particular de expresarse a través del sonido. Los significados de los ruidos de los gatos pueden dividirse en cinco categorías diferentes, todas ellas con un propósito específico.
Aunque todos los gatos son individuales, se sabe que algunas razas son más ruidosas que otras. Del mismo modo, la edad de su gato también influye en su capacidad de comunicación vocal. Los gatitos son notoriamente ruidosos, con sus adorables maullidos y maullidos, mientras que los gatos más mayores tienden a ser más silenciosos.
El ruido más común de los gatos es el clásico «miau». En general, este sonido se utiliza para reclamar atención. Los gatitos maúllan casi constantemente, siempre en busca del amor, la leche o la atención de su madre. En los animales de más edad, se utiliza menos para comunicarse con otros animales y se oye con más frecuencia en presencia de los humanos.
Por qué ronronean los gatos
La sección principal de este artículo puede ser demasiado corta para resumir adecuadamente los puntos clave. Por favor, considere la posibilidad de ampliar el encabezamiento para proporcionar una visión general accesible de todos los aspectos importantes del artículo. (Mayo 2021)
La comunicación entre los gatos es el intercambio de información entre ellos, y entre los gatos y los humanos, que tiene un efecto en su comportamiento actual o futuro. Necesitan comunicarse entre ellos para crear vínculos y relacionarse; necesitan colaborar, jugar y compartir recursos. Cuando se comunican con las personas, lo hacen para conseguir lo que necesitan, como la comida.
Los gatos utilizan diversos métodos de comunicación, como el vocal, el visual, el táctil y el olfativo. Los gatos sólo maúllan para comunicarse con las personas, no con otros animales. Por ello, los métodos de comunicación de los gatos se han visto muy afectados por la domesticación[1]. Se han estudiado hasta 21 vocalizaciones diferentes de los gatos[2]. Ahora es evidente que los gatos domésticos maúllan más que los gatos salvajes[3]. Esto se debe a que el maullido es un comportamiento manipulador que los gatos han adoptado para conseguir lo que quieren de las personas. Por lo tanto, los gatos domésticos maúllan más a menudo que los gatos asilvestrados[4].
Qué pueden hacer los gatos por los humanos
Hoy en día hay más de 80 millones de gatos en los hogares de Estados Unidos, y se calcula que hay tres gatos por cada perro del planeta. (Vea un vídeo sobre la vida secreta de los gatos.) Sin embargo, todavía hay muchas cosas que no sabemos sobre nuestros amigos felinos, incluido lo que piensan de sus dueños.
John Bradshaw es un experto en comportamiento felino de la Universidad de Bristol y autor del nuevo libro Cat Sense. Después de observar a los gatos como mascotas durante varios años, ha llegado a una conclusión intrigante: No nos entienden como los perros.
Durante los primeros 20 años de mi carrera estudié el comportamiento olfativo de los invertebrados. Siempre me ha fascinado ese otro mundo en el que viven los animales, sobre todo el del olor, que es el principal sentido de los perros. Así que a principios de los años 80 empecé a trabajar en el comportamiento de los perros. [Más tarde me fascinaron los gatos y su idea del mundo en comparación con la nuestra.
Observaba mucho a los grupos de gatos para ver cómo interactuaban entre ellos y deducir su estructura social. [Observo a los gatos en colonias libres y en refugios de animales en los que se aloja a un gran número de ellos, lo que genera una dinámica interesante [cuando se introducen nuevos gatos].
Qué pueden hacer los gatos que no pueden hacer los humanos
Hay un viejo estereotipo sobre la diferencia entre perros y gatos. Dicen que los perros son cariñosos y ferozmente leales, mientras que los gatos son distantes e indiferentes. La mayoría de los felinos probablemente no estén de acuerdo; a mí me cuesta creer, con mi gato ronroneando en mi regazo, que no se preocupe por mí.
En general, las investigaciones sobre la cognición de los gatos sugieren que éstos forman vínculos emocionales con sus seres humanos. Parece que los gatos experimentan ansiedad por separación, responden más a las voces de sus dueños que a las de los extraños y buscan el consuelo de sus dueños en situaciones de miedo.
Pero un nuevo estudio, realizado por investigadores de Japón, complica el panorama de nuestra relación con los gatos. Adaptando un método utilizado anteriormente para estudiar a los perros, los investigadores descubrieron que los gatos -a diferencia de los perros- no evitan a los extraños que se niegan a ayudar a sus dueños.
En el experimento, un gato observaba cómo su dueño intentaba abrir una caja para coger algo del interior. Dos extraños se sentaron a ambos lados del dueño y éste se dirigió a uno de ellos para pedirle ayuda. En los ensayos de «ayuda», el desconocido ayudaba al dueño a abrir la caja. En los ensayos de «no ayuda», el desconocido se negaba. El otro desconocido se sentaba pasivamente, sin hacer nada.