Tratamiento de la tiña en los gatos en casa

La tiña se observa a menudo en los gatos, incluso en los de interior. Pero, a pesar del nombre, no se trata de ningún gusano. La tiña es una infección por hongos que puede afectar a la piel, el pelo y las garras. Puede provocar costras y calvas y picores. Si no se trata, puede extenderse por todo el cuerpo y provocar llagas abiertas, especialmente en animales con sistemas inmunitarios débiles. Los gatos pueden contagiarse de otros animales que tienen tiña, así como del entorno donde ha estado un animal infectado. Los gatos no sólo pueden contagiarla entre ellos, sino que también es contagiosa a otros animales y a las personas. Afortunadamente, aunque esta enfermedad es muy contagiosa, también es muy tratable.

La tiña es una infección fúngica que afecta a muchas especies de animales. También se conoce como dermatofitosis. En los gatos, alrededor del 98% de los casos de tiña están causados por el hongo Microsporum canis, que se transmite fácilmente. Los hongos se alimentan de la queratina del pelaje, la piel y las uñas. La tiña recibe su nombre de la erupción roja en forma de anillo que a veces provoca. Sin embargo, algunos gatos infectados sólo presentan síntomas muy leves.

Cómo tratar la tiña en los gatos sin ir al veterinario

La tiña (dermatofitosis felina) es uno de los trastornos cutáneos más frecuentes que afectan a la población felina mundial. A pesar de su nombre, es una infección fúngica que no tiene nada que ver con los gusanos. Y lo único que tiene que ver con los anillos es la zona circular de sarpullido con picor que suele aparecer -aunque no necesariamente- en la piel de un animal infectado.

Los hongos responsables de esta enfermedad se denominan dermatofitos, organismos microscópicos que se originan en el suelo pero que pueden prosperar como parásitos más allá de su entorno. Una vez arraigados en el cuerpo del huésped, los hongos prosperan digiriendo la queratina, una sustancia proteica que es el principal componente estructural del pelo y las uñas. A medida que consumen la queratina, los hongos, microscópicamente pequeños, se reproducen rápidamente, creando millones de cuerpos reproductores unicelulares (esporas) que son capaces de desarrollarse en nuevos microorganismos.

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Cuando los dermatofitos entran en contacto con el tejido felino sano, pueden producirse varios fenómenos diferentes: pueden ser eliminados por un gato que se acicala meticulosamente; pueden perder la competencia con microorganismos más robustos y acabar desapareciendo; pueden establecerse en la piel sin causar ninguna reacción adversa; o, en el peor de los casos, pueden establecerse en masa en la piel del animal y causar dermatitis, una enfermedad inflamatoria que puede manifestarse de diversas formas desagradables.

Acariciar a un gato con tiña

La tiña no es en realidad un gusano, sino una enfermedad fúngica que afecta a los tejidos no vivos que contienen queratina, como la piel, el pelo y las uñas. El hongo vive en el suelo, en los animales o en los seres humanos. Las infecciones en los seres humanos u otros animales (como los gatos o los perros) se producen cuando hay una pequeña rotura en la piel o la exposición a la humedad y el daño continuos.

Los animales jóvenes, ancianos, mal alimentados o “enfermizos” (sistema inmunitario deficiente debido a una enfermedad o a la medicación) son los que corren más riesgo. En el caso de los gatos, el riesgo aumenta en las variedades de pelo largo. Las infecciones por tiña suelen producirse en condiciones de calor y humedad, en situaciones de hacinamiento (como las que se dan en los refugios y criaderos), en prácticas de gestión deficientes y en la mezcla de nuevos animales a su llegada.

La tiña se propaga rápidamente. Es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede pasar de los gatos a los humanos. Sin embargo, es importante recordar que la tiña es tratable y que los animales infectados no necesitan ser eutanasiados. Aunque los seres humanos pueden infectarse a través de animales como los gatos, otras fuentes comunes de infección humana son la tierra rica del jardín y otros seres humanos.

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La tiña de los gatos a los humanos

Aunque la tiña puede sonar un poco a tripa, en realidad no tiene nada que ver con los gusanos. Sin embargo, la tiña es uno de los problemas de salud más comunes que afectan a la población felina mundial, por lo que merece la pena conocerla.

Los hongos que causan esta afección se llaman dermatofitos, que son organismos microscópicos que prosperan como parásitos. Cuando encuentran y se atrincheran en un huésped -como un perro, una oveja, un pájaro o un gato- prosperan consumiendo una proteína del pelaje y las uñas del gato. Se reproducen con bastante rapidez, formando millones de esporas.

El “anillo” de la tiña tiene el aspecto de una pequeña lesión circular en la piel del gato. Estos anillos suelen ir acompañados de pérdida de pelo y suelen aparecer en la cabeza, las orejas, la espalda o las patas delanteras de su cuerpo, aunque pueden aparecer en cualquier parte.

La tiña se considera una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse de un gato infectado a un ser humano, especialmente a alguien inmunodeprimido. La enfermedad también puede transmitirse a muchas otras especies animales.

Por Pablo Mariscal

Soy Pablo Mariscal periodista especializado en tecnología e informática. Entre mis intereses se encuentran la realidad virtual y la programación, pero mi principal objetivo son las noticias. Llevo cinco años escribiendo sobre tecnología y tres como periodista independiente.