Enfermedad respiratoria en gatos
Muerte por infección respiratoria superior en el gato
Los virus son, con diferencia, las causas más comunes de las infecciones respiratorias superiores (URI) en los gatos. El calicivirus felino y el herpesvirus felino representan entre el 80 y el 90 por ciento de todos los problemas respiratorios superiores contagiosos, y son frecuentes en refugios, criaderos y hogares con varios gatos. Estos virus pueden transmitirse de gato a gato a través de los estornudos, la tos, el aseo o al compartir los cuencos de comida y agua. Una vez infectados, los gatos pueden ser portadores de por vida y, aunque no muestren signos clínicos, pueden transmitir los virus a otros. Los gatos suelen desarrollar infecciones bacterianas secundarias a estas infecciones víricas comunes.
También hay infecciones de las vías respiratorias superiores en los gatos que están causadas principalmente por bacterias. La clamidia y la Bordetella, que también se encuentran con frecuencia en los refugios y en las zonas con muchos gatos, son dos de estas infecciones bacterianas. Menos común en los gatos que en los perros, la Bordetella suele estar asociada al estrés y a las condiciones de vida de hacinamiento.
La edad, el estado de vacunación y la condición física influyen en la susceptibilidad del gato a las infecciones de las vías respiratorias superiores, pero los gatos que viven en hogares con varios gatos o en refugios son los más susceptibles. Los veterinarios han descubierto que el estrés desempeña un papel importante en la aparición de brotes de URI, y los gatos de cualquier refugio, criadero o centro de acogida suelen estar sometidos a altos niveles de estrés. Los gatos que se han recuperado de una URI pueden convertirse en portadores, y pueden experimentar recurrencias cuando están estresados.
La infección respiratoria superior del gato es contagiosa
Los virus son, con diferencia, las causas más comunes de las infecciones respiratorias superiores (URI) en los gatos. El calicivirus felino y el herpesvirus felino representan entre el 80 y el 90 por ciento de todos los problemas respiratorios superiores contagiosos, y son frecuentes en refugios, criaderos y hogares con varios gatos. Estos virus pueden transmitirse de gato a gato a través de los estornudos, la tos, el aseo o al compartir los cuencos de comida y agua. Una vez infectados, los gatos pueden ser portadores de por vida y, aunque no muestren signos clínicos, pueden transmitir los virus a otros. Los gatos suelen desarrollar infecciones bacterianas secundarias a estas infecciones víricas comunes.
También hay infecciones de las vías respiratorias superiores en los gatos que están causadas principalmente por bacterias. La clamidia y la Bordetella, que también se encuentran con frecuencia en los refugios y en las zonas con muchos gatos, son dos de estas infecciones bacterianas. Menos común en los gatos que en los perros, la Bordetella suele estar asociada al estrés y a las condiciones de vida de hacinamiento.
La edad, el estado de vacunación y la condición física influyen en la susceptibilidad del gato a las infecciones de las vías respiratorias superiores, pero los gatos que viven en hogares con varios gatos o en refugios son los más susceptibles. Los veterinarios han descubierto que el estrés desempeña un papel importante en la aparición de brotes de URI, y los gatos de cualquier refugio, criadero o centro de acogida suelen estar sometidos a altos niveles de estrés. Los gatos que se han recuperado de una URI pueden convertirse en portadores, y pueden experimentar recurrencias cuando están estresados.
Infección del tracto respiratorio superior en gatos
La infección del tracto respiratorio superior e inferior felino es el problema infeccioso más prevalente y difícil de manejar en las poblaciones de gatos. Los cinco patógenos más importantes en la infección respiratoria superior felina (URI) (en orden creciente de importancia) son Bordetella bronchiseptica, Chlamydophila felis, Mycoplasma spp., calicivirus felino (FCV) y herpesvirus felino (FHV).
Bordetella bronchiseptica es una bacteria gramnegativa no entérica que puede causar infecciones leves, especialmente si el gato está coinfectado con FCV o FHV. La bacteria puede sobrevivir en ambientes húmedos durante semanas. Los gatos pueden desarrollar conjuntivitis leve y secreción oculonasal u ocasionalmente neumonía.
El calicivirus felino es un virus de ARN con altas tasas de mutación y diversidad antigénica y genética. La infección se transmite por aerosol a través de las vías oral y nasal. La excreción respiratoria se produce durante 10 días a 2 semanas; comúnmente en los refugios y en los gatitos, la excreción puede ocurrir durante meses. La infección por calicivirus provoca conjuntivitis y rinitis con secreción ocular serosa, estomatitis/faucitis vesicular (estomatitis aftosa), neumonía, fiebre y cojera ocasionales, y poliartritis por complejo inmunológico y gingivitis. Recientemente, se ha informado de una serie muy patógena de infecciones por calicivirus, en la que los gatos desarrollaron edema facial y de las extremidades con vasculitis secundaria a calicivirus.
Síntomas del complejo de enfermedades respiratorias felinas
Es posible que haya oído hablar a su veterinario sobre las infecciones respiratorias superiores en los gatos, pero ¿qué son y cómo puede saber si su gato tiene una? Las infecciones de las vías respiratorias superiores, también conocidas como URI, son muy comunes en los gatos domésticos.
Los gatos desarrollan infecciones de las vías respiratorias superiores por la exposición a virus y bacterias que provocan estornudos, secreción ocular y toda una serie de otros síntomas. Estas infecciones de las vías respiratorias superiores son muy contagiosas, ya que los gatos pueden infectarse con virus y bacterias al mismo tiempo. Los síntomas pueden ir de leves a graves.
El tipo más común de URI en los gatos incluye el Herpesvirus Felino Tipo-1 (también llamado rinotraqueitis viral felina, o FVR) así como el Calicivirus Felino, según Pet Health Network. La Bordetella bronchiseptica y la Chlamydophila felis son las causas bacterianas más comunes.
Normalmente, un gato infectado estornuda y propaga el virus y/o las bacterias en las secreciones de la nariz, los ojos o la saliva. La infección puede propagarse de gato a gato, o por exposición a fómites, que es un término técnico para cualquier objeto que pueda transportar virus o bacterias. Los fómites pueden ser los cuencos de comida y agua, las cajas de arena, la ropa de cama, los juguetes, los transportines, los árboles para gatos, las jaulas e incluso usted.