características de un gato

La piel es el órgano más grande del cuerpo de su gato. Proporciona una barrera protectora contra el medio ambiente, regula la temperatura y proporciona a su gato el sentido del tacto. Según la especie y la edad, la piel puede suponer entre el 12 y el 24% del peso corporal del animal. La piel tiene 3 capas principales: la epidermis o capa externa, la dermis o capa intermedia y el subcutis o capa más interna. Otras partes importantes de la piel son los apéndices cutáneos (como el pelo y las garras) y los músculos y la grasa subcutáneos.

La epidermis es la capa superior de la piel. Protege de las sustancias extrañas. La epidermis se regenera constantemente. Se crean nuevas células cutáneas cerca de la base de la epidermis y migran hacia arriba en un proceso llamado queratinización. Esto produce una capa compacta de células muertas en la superficie de la piel. Esta capa mantiene los fluidos, las sales, los nutrientes y el agua, a la vez que impide la entrada de agentes infecciosos o nocivos. La capa superior de células muertas de la piel se desprende continuamente y es sustituida por células inferiores. El ritmo de sustitución celular se ve afectado por la nutrición, las hormonas, los factores tisulares, las células inmunitarias de la piel y la genética. Las enfermedades, algunos fármacos y la inflamación también alteran el crecimiento celular normal y la queratinización.

gato con almohadilla carpiana

Diseño felinoLa evolución parece haber sido especialmente eficiente en el diseño del gato doméstico. El gato sigue siendo lo que se pretendía: un carnívoro eficiente y perfecto de tamaño adecuado, capaz de cazar y matar animales pequeños.

La estructura del gato permite un movimiento grácil, fluido y perfectamente coordinado a cualquier velocidad. El cuerpo y las patas, elegantemente musculados, permiten dar saltos atléticos. Sus garras retráctiles le permiten correr con rapidez cuando están enfundadas y sujetarse con seguridad cuando están extendidas. El cerebro bien desarrollado del gato permite una rápida información de los hechos y reacciones rápidas. Sus ojos adaptables pueden hacer frente a condiciones de luz extremas, permitiendo una visión perfecta tanto en los días más luminosos como en los crepúsculos más tenues. Sus flexibles orejas pueden maniobrar para captar el más leve susurro y su sensible nariz puede identificar el más sutil de los olores. El gato es un producto prácticamente perfecto de su entorno inicial.

El Skelton Ligero pero increíblemente robusto, el esqueleto felino evolucionó para un estilo de vida que requería repentinas ráfagas de velocidad combinadas con una ágil destreza. Esta subestructura es la base de la extraordinaria gracia del movimiento del gato.

el músculo del gato

Los gatos son carnívoros que tienen una dentadura muy especializada. Hay cuatro tipos de dientes de dentición permanente que estructuran la boca: doce incisivos, cuatro caninos, diez premolares y cuatro molares[1] El premolar y el primer molar están situados a cada lado de la boca y juntos se denominan par carnásico. El par carnásico está especializado en cortar la comida y es paralelo a la mandíbula.[2] Los incisivos situados en la parte anterior de la boca inferior y superior son pequeños, estrechos y tienen una sola raíz. Se utilizan para agarrar y morder la comida[2].

El gato también tiene una dentición caduca antes de la formación de la permanente. Esta dentición surge siete días después del nacimiento y está compuesta por 26 dientes con ligeras diferencias. Tendrá incisivos más pequeños, caninos superiores delgados y fuertemente curvados, caninos inferiores verticales y molares superiores e inferiores aún más pequeños[2] Aunque los molares superiores e inferiores son más pequeños que los que surgen durante la dentición permanente, las similitudes son notables[2].

descripción del gato

La sección principal de este artículo puede ser demasiado corta para resumir adecuadamente los puntos clave. Por favor, considere la posibilidad de ampliar el lead para proporcionar una visión general accesible de todos los aspectos importantes del artículo. (Noviembre de 2018)

Los gatos son carnívoros que tienen dientes muy especializados. Hay cuatro tipos de dientes de dentición permanente que estructuran la boca: doce incisivos, cuatro caninos, diez premolares y cuatro molares[1] El premolar y el primer molar están situados a cada lado de la boca que juntos se llaman el par carnásico. El par carnásico está especializado en cortar la comida y es paralelo a la mandíbula.[2] Los incisivos situados en la parte anterior de la boca inferior y superior son pequeños, estrechos y tienen una sola raíz. Se utilizan para agarrar y morder la comida[2].

El gato también tiene una dentición caduca antes de la formación de la permanente. Esta dentición surge siete días después del nacimiento y está compuesta por 26 dientes con ligeras diferencias. Tendrá incisivos más pequeños, caninos superiores delgados y fuertemente curvados, caninos inferiores verticales y molares superiores e inferiores aún más pequeños[2] Aunque los molares superiores e inferiores son más pequeños que los que surgen durante la dentición permanente, las similitudes son notables[2].

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Por Pablo Mariscal

Soy Pablo Mariscal periodista especializado en tecnología e informática. Entre mis intereses se encuentran la realidad virtual y la programación, pero mi principal objetivo son las noticias. Llevo cinco años escribiendo sobre tecnología y tres como periodista independiente.