Imágenes del sentido del gusto
Imágenes del tacto
En los organismos, un órgano sensorial consiste en un grupo de células sensoriales interrelacionadas que responden a un tipo específico de estímulo físico. A través de los nervios craneales y espinales (nervios de los sistemas nerviosos central y periférico que transmiten la información sensorial hacia y desde el cerebro y el cuerpo), los diferentes tipos de células receptoras sensoriales (como mecanorreceptores, fotorreceptores, quimiorreceptores, termorreceptores) de los órganos sensoriales transducen la información sensorial desde estos órganos hacia el sistema nervioso central, llegando finalmente a las cortezas sensoriales del cerebro, donde las señales sensoriales se procesan e interpretan (se perciben).
Los animales no humanos experimentan la sensación y la percepción, con distintos niveles de similitud y diferencia con los humanos y otras especies animales. Por ejemplo, los mamíferos en general tienen un sentido del olfato más fuerte que los humanos. Algunas especies animales carecen de uno o más sistemas sensoriales análogos a los humanos y otras tienen sistemas sensoriales que no se encuentran en los humanos, mientras que otras procesan e interpretan la misma información sensorial de maneras muy diferentes. Por ejemplo, algunos animales son capaces de detectar campos eléctricos[8] y magnéticos,[9] la humedad del aire.[10] o la luz polarizada,[11] Otros perciben y perciben a través de sistemas alternativos como la ecolocalización.[12][13] Teorías recientes sugieren que las plantas y los agentes artificiales, como los robots, pueden ser capaces de detectar e interpretar la información ambiental de forma análoga a los animales.[14][15][16]
Fotos del sentido del olfato
Niña asiática enferma que tiene problemas con el sabor de los helados, pérdida del gusto y alteración del sentido del gusto de los alimentos, síntomas de enfermedad infecciosa, enferma, resfriada, gripe, asco con la lengua fuera de la boca, mal gusto
Yema gustativa y las papilas de la lengua. Boca humana aislada sobre fondo blanco. áreas básicas del gusto: dulce, salado, ácido, amargo y umami. diagrama vectorial para uso educativo, biológico, médico y científico
Conjunto de iconos de los cinco sentidos humanos con la nariz para el olfato, la lengua para el gusto, la mano para el tacto, el ojo para la vista y el oído para la audición. Azul vector infografía línea de estilo ilustración aislada sobre fondo blanco.
Cinco sentidos humanos, la experiencia sensual artística esquema de estilo de diseño gráfico vectorial póster con la mujer y los 5 sentidos iconos – toque de la mano, el olor de la nariz, el oído de la audición, el ojo de la visión y el sabor de los labios.
Imágenes del sabor
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En los organismos, un órgano sensorial consiste en un grupo de células sensoriales interrelacionadas que responden a un tipo específico de estímulo físico. A través de los nervios craneales y espinales (nervios de los sistemas nerviosos central y periférico que transmiten la información sensorial hacia y desde el cerebro y el cuerpo), los diferentes tipos de células receptoras sensoriales (como mecanorreceptores, fotorreceptores, quimiorreceptores, termorreceptores) en los órganos sensoriales transducen la información sensorial desde estos órganos hacia el sistema nervioso central, llegando finalmente a las cortezas sensoriales en el cerebro, donde las señales sensoriales son procesadas e interpretadas (percibidas).
Los animales no humanos experimentan la sensación y la percepción, con distintos niveles de similitud y diferencia con los humanos y otras especies animales. Por ejemplo, los mamíferos en general tienen un sentido del olfato más fuerte que los humanos. Algunas especies animales carecen de uno o más sistemas sensoriales análogos a los humanos y otras tienen sistemas sensoriales que no se encuentran en los humanos, mientras que otras procesan e interpretan la misma información sensorial de maneras muy diferentes. Por ejemplo, algunos animales son capaces de detectar campos eléctricos[8] y magnéticos,[9] la humedad del aire.[10] o la luz polarizada,[11] Otros perciben y perciben a través de sistemas alternativos como la ecolocalización.[12][13] Teorías recientes sugieren que las plantas y los agentes artificiales, como los robots, pueden ser capaces de detectar e interpretar la información ambiental de forma análoga a los animales.[14][15][16]
Imagen del sentido del oído
Distribución uniforme de los receptores del gusto: Los seres humanos detectan el gusto mediante unos receptores llamados papilas gustativas. Cada uno de estos receptores está especialmente adaptado para determinar un tipo de sensación gustativa. Pruebas recientes sugieren que los receptores del gusto están distribuidos uniformemente por la lengua; por tanto, el mapa lingual tradicional ya no es válido.
Tanto los estímulos gustativos como los olfativos son moléculas tomadas del entorno. Los principales sabores detectados por el ser humano son el dulce, el ácido, el amargo, el salado y el umami. Los cuatro primeros sabores necesitan poca explicación. La identificación del umami como sabor fundamental es bastante reciente. Fue identificado en 1908 por el científico japonés Kikunae Ikeda mientras trabajaba con un caldo de algas, pero no fue ampliamente aceptado como un sabor que pudiera distinguirse fisiológicamente hasta muchos años después. El sabor del umami, también conocido como saborizante, es atribuible al sabor del aminoácido L-glutamato. De hecho, el glutamato monosódico, o GMS, se utiliza a menudo en la cocina para potenciar el sabor salado de ciertos alimentos. El valor adaptativo de poder distinguir el umami es que las sustancias saladas suelen tener un alto contenido en proteínas.