Salsa béchamelsauce

La salsa blanca, o bechamel, es una de las cinco salsas madre clásicas francesas. En los anales de la cocina francesa clásica hay cinco salsas «madre»: bechamel, velouté, espagnole, holandesa y salsa de tomate.

La bechamel se denomina a veces simplemente salsa blanca o salsa de nata, aunque se hace con leche, no con nata. Es rápida y fácil. Se utiliza en guisos, como base de suflés o incluso en algunas recetas de lasaña.

De hecho, sólo tiene tres ingredientes: leche, harina y mantequilla. Comienza con un roux rubio, hecho batiendo la harina y la mantequilla durante unos 2 minutos en un cazo al fuego. Es el tiempo suficiente para cocer la harina sin que se dore, para eliminar el sabor pastoso que se desprende de la harina cruda. Una vez que el roux haya burbujeado durante uno o dos minutos, añada la mitad de la leche y bata para eliminar los grumos. A continuación, añada el resto de la leche.

Muchas recetas abogan por calentar la leche cuando se hace una bechamel, pero yo he comprobado que calentar la leche es un paso extra innecesario. En la práctica, la salsa es más fácil de manejar con leche fría, ya que no se forman grumos con demasiada rapidez.

Receta de lasaña

La salsa blanca, o bechamel, es una de las cinco salsas madre clásicas francesas. En los anales de la cocina francesa clásica hay cinco salsas «madre»: bechamel, velouté, espagnole, holandesa y salsa de tomate.

La bechamel se denomina a veces simplemente salsa blanca o salsa de nata, aunque se hace con leche, no con nata. Es rápida y fácil. Se puede utilizar en guisos, como base de suflés o incluso en algunas recetas de lasaña.

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De hecho, sólo tiene tres ingredientes: leche, harina y mantequilla. Comienza con un roux rubio, hecho batiendo la harina y la mantequilla durante unos 2 minutos en un cazo al fuego. Es el tiempo suficiente para cocer la harina sin que se dore, para eliminar el sabor pastoso que se desprende de la harina cruda. Una vez que el roux haya burbujeado durante uno o dos minutos, añada la mitad de la leche y bata para eliminar los grumos. A continuación, añada el resto de la leche.

Muchas recetas abogan por calentar la leche cuando se hace una bechamel, pero yo he comprobado que calentar la leche es un paso extra innecesario. En la práctica, la salsa es más fácil de manejar con leche fría, ya que no se forman grumos con demasiada rapidez.

Receta de salsa bechamel para lasaña

La bechamel es una de las salsas madre de la cocina francesa clásica, y una de las salsas más importantes que hay que aprender para todo tipo de platos, franceses o no. Es un ingrediente clave en el soufflé, en la clásica lasaña boloñesa e incluso en los macarrones con queso de la vieja escuela. Y es increíblemente fácil de hacer. Aquí se explica cómo.

Esta receta utiliza una proporción de una cucharada y media de harina y mantequilla por cada taza de leche, lo que produce una salsa lujosamente sedosa y espesa, pero que se puede verter. Dependiendo de la receta y de sus preferencias personales, puede hacer una bechamel más fina reduciendo la harina y la mantequilla a 1 cucharada cada una por taza de leche, o una muy espesa (por ejemplo, para una base de suflé o una moussaka griega) aumentándolas a 3 cucharadas cada una por taza de leche. Puede aumentar o disminuir fácilmente esta receta según lo desee.

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Receta de salsa bechamel gourmet

La bechamel es una salsa blanca básica y una de las cinco salsas madre de la cocina clásica. Eso significa que es el punto de partida para hacer otras salsas, como la salsa de queso cheddar, la salsa mornay, la salsa de queso y otras muchas variaciones. También puede condimentarla y servirla tal cual. O probar a hacerla con tocino o grasa de salchicha para obtener una increíble salsa blanca.

La razón de utilizar una hoja de laurel fresca en lugar de una seca es que permite fijar la hoja de laurel a la cebolla utilizando los dientes como chinchetas. Una hoja de laurel seca tenderá a agrietarse y desmoronarse si se intenta esto. Esto no es el fin del mundo, ya que de todos modos colarás la salsa. Pero como un clavo puede romper un diente, es bueno confirmar que sale la misma cantidad que entró.

Es tradicional utilizar pimienta blanca para condimentar la bechamel porque algunos cocineros prefieren no ver motas de pimienta negra en una salsa blanca. Pero si no puede encontrar pimienta blanca y/o no le importan las motas de pimienta en su bechamel, puede utilizar la negra.

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Por último, aunque la mantequilla clarificada es ideal para hacer bechamel, la bechamel no es tan exigente como la holandesa, así que puedes hacerla con mantequilla normal sin sal. Sólo asegúrate de usar un poco más, porque la mantequilla entera contiene agua, mientras que la clarificada no.

Por Pablo Mariscal

Soy Pablo Mariscal periodista especializado en tecnología e informática. Entre mis intereses se encuentran la realidad virtual y la programación, pero mi principal objetivo son las noticias. Llevo cinco años escribiendo sobre tecnología y tres como periodista independiente.