Es viable cataluña independiente
¿debe cataluña ser independiente?
La Fundación CatDem ha encargado tres informes para responder a la pregunta: «¿Sería económicamente viable una Cataluña independiente?». Por supuesto, teniendo en cuenta quién ha encargado los informes, no hace falta que te diga la conclusión. Pero los tres son una lectura interesante. No son especialmente largos, 11, 7 y 14 páginas respectivamente. Pero dan una idea de las implicaciones fiscales de un estado catalán independiente.
En el marco de una reflexión general sobre la «Transición Nacional» que vive Cataluña, la Fundación CatDem ha elaborado tres informes que analizan la viabilidad económica de una Cataluña independiente. Estos documentos analizan de cerca todas las posibles consecuencias para la economía catalana en caso de convertirse en un Estado independiente. Los informes se centran en tres ámbitos diferentes.
El tercer informe se titula «¿Cómo afectará a las Comunidades Autónomas la nueva integración fiscal?», realizado por Xavier Cuadras i Morató, economista y profesor del Departamento de Economía y Empresa de la Universidad Pompeu Fabra. Su informe analiza los efectos que la independencia de Cataluña podría tener sobre las exportaciones y la balanza comercial catalanas. Cuadras concluye que un boicot a los productos catalanes tendría un efecto residual en la economía catalana. El informe afirma que «la independencia y la eliminación del déficit fiscal conducirían a un aumento no sólo de la renta disponible de Cataluña a corto plazo, sino también de sus perspectivas de crecimiento a medio plazo».
Por qué cataluña quiere la independencia
Los inicios del separatismo en Cataluña se remontan a mediados del siglo XIX. La Renaixença (renacimiento cultural), que tenía como objetivo el renacimiento de la lengua catalana y de las tradiciones catalanas, condujo al desarrollo del nacionalismo catalán y al deseo de independencia[9][10] Entre las décadas de 1850 y 1910, algunos individuos,[11] organizaciones[12] y partidos políticos[13] comenzaron a exigir la plena independencia de Cataluña de España.
El gobierno español remitió la declaración al Tribunal Constitucional español, que dictaminó en marzo de 2014 que la declaración de soberanía era inconstitucional. Sin embargo, el tribunal no rechazó el «derecho a decidir», argumentando que ese derecho no implicaba necesariamente la soberanía o la autodeterminación[40][41].
Al mes siguiente, CiU, ERC, ICV-EUiA y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) acordaron celebrar el referéndum de independencia el 9 de noviembre de 2014, y que en él se formularían dos preguntas: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?» y (en caso afirmativo) «¿Quiere que este Estado sea independiente?»[43] El 11 de septiembre de 2014 tuvo lugar otra manifestación masiva, la Vía Catalana 2014, en la que manifestantes vestidos con los colores catalanes, amarillo y rojo, llenaron dos avenidas de Barcelona formando una «V» gigante, para pedir la votación[44] Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el gobierno catalán cambió la votación por un «proceso de participación ciudadana» y anunció que sería supervisada por voluntarios. [El gobierno español recurrió de nuevo al Tribunal Constitucional, que suspendió el proceso a la espera del recurso, pero la votación siguió adelante[45] El resultado fue un 81% de votos a favor del sí, pero la participación fue sólo del 42%, lo que podría considerarse como una mayoría opuesta tanto a la independencia como al referéndum[46] Posteriormente se presentaron cargos penales contra Mas y otros por desafiar la orden judicial[45].
¿es cataluña un país?
Los inicios del separatismo en Cataluña se remontan a mediados del siglo XIX. La Renaixença (renacimiento cultural), que tenía como objetivo el renacimiento de la lengua y las tradiciones catalanas, condujo al desarrollo del nacionalismo catalán y al deseo de independencia[9][10] Entre las décadas de 1850 y 1910, algunos individuos,[11] organizaciones[12] y partidos políticos[13] comenzaron a exigir la plena independencia de Cataluña de España.
El gobierno español remitió la declaración al Tribunal Constitucional español, que dictaminó en marzo de 2014 que la declaración de soberanía era inconstitucional. Sin embargo, el tribunal no rechazó el «derecho a decidir», argumentando que ese derecho no implicaba necesariamente la soberanía o la autodeterminación[40][41].
Al mes siguiente, CiU, ERC, ICV-EUiA y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) acordaron celebrar el referéndum de independencia el 9 de noviembre de 2014, y que en él se formularían dos preguntas: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?» y (en caso afirmativo) «¿Quiere que este Estado sea independiente?»[43] El 11 de septiembre de 2014 tuvo lugar otra manifestación masiva, la Vía Catalana 2014, en la que manifestantes vestidos con los colores catalanes, amarillo y rojo, llenaron dos avenidas de Barcelona formando una «V» gigante, para pedir la votación[44] Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el gobierno catalán cambió la votación por un «proceso de participación ciudadana» y anunció que sería supervisada por voluntarios. [El gobierno español recurrió de nuevo al Tribunal Constitucional, que suspendió el proceso a la espera del recurso, pero la votación siguió adelante[45] El resultado fue un 81% de votos a favor del sí, pero la participación fue sólo del 42%, lo que podría considerarse como una mayoría opuesta tanto a la independencia como al referéndum[46] Posteriormente se presentaron cargos penales contra Mas y otros por desafiar la orden judicial[45].
Cronología del movimiento independentista catalán
Los inicios del separatismo en Cataluña se remontan a mediados del siglo XIX. La Renaixença (renacimiento cultural), que tenía como objetivo el renacimiento de la lengua catalana y de las tradiciones catalanas, condujo al desarrollo del nacionalismo catalán y al deseo de independencia[9][10] Entre las décadas de 1850 y 1910, algunos individuos,[11] organizaciones[12] y partidos políticos[13] comenzaron a exigir la plena independencia de Cataluña de España.
El gobierno español remitió la declaración al Tribunal Constitucional español, que dictaminó en marzo de 2014 que la declaración de soberanía era inconstitucional. Sin embargo, el tribunal no rechazó el «derecho a decidir», argumentando que ese derecho no implicaba necesariamente la soberanía o la autodeterminación[40][41].
Al mes siguiente, CiU, ERC, ICV-EUiA y la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) acordaron celebrar el referéndum de independencia el 9 de noviembre de 2014, y que en él se formularían dos preguntas: «¿Quiere que Cataluña se convierta en un Estado?» y (en caso afirmativo) «¿Quiere que este Estado sea independiente?»[43] El 11 de septiembre de 2014 tuvo lugar otra manifestación masiva, la Vía Catalana 2014, en la que manifestantes vestidos con los colores catalanes, amarillo y rojo, llenaron dos avenidas de Barcelona formando una «V» gigante, para pedir la votación[44] Tras la sentencia del Tribunal Constitucional, el gobierno catalán cambió la votación por un «proceso de participación ciudadana» y anunció que sería supervisada por voluntarios. [El gobierno español recurrió de nuevo al Tribunal Constitucional, que suspendió el proceso a la espera del recurso, pero la votación siguió adelante[45] El resultado fue un 81% de votos a favor del sí, pero la participación fue sólo del 42%, lo que podría considerarse como una mayoría opuesta tanto a la independencia como al referéndum[46] Posteriormente se presentaron cargos penales contra Mas y otros por desafiar la orden judicial[45].