David Moreno Mateos, «Cómo se recuperan los ecosistemas de la antigua
El ratio deuda-PIB es la métrica que compara la deuda pública de un país con su producto interior bruto (PIB). Al comparar lo que un país debe con lo que produce, el ratio deuda/PIB indica de forma fiable la capacidad de ese país concreto para devolver sus deudas. Expresado a menudo en forma de porcentaje, este ratio puede interpretarse también como el número de años necesarios para devolver la deuda si el PIB se dedica íntegramente al pago de la misma.
Un país capaz de seguir pagando los intereses de su deuda -sin refinanciación y sin obstaculizar el crecimiento económico- suele considerarse estable. Un país con una elevada proporción de deuda respecto al PIB suele tener problemas para pagar la deuda externa (también llamada «deuda pública»), que son los saldos que se deben a prestamistas externos. En estos casos, los acreedores suelen buscar tipos de interés más altos a la hora de conceder préstamos.
Cuando un país incumple su deuda, suele desencadenar el pánico financiero en los mercados nacionales e internacionales. Por regla general, cuanto más aumenta la relación deuda/PIB de un país, mayor es el riesgo de impago.
El NIH expone los dibujos originales de la neurociencia de Cajal
Importaciones463.100 millones de dólares (est. 2019)[5]Bienes de importaciónCombustibles, productos químicos, productos semielaborados, productos alimenticios, bienes de consumo, maquinaria y equipos, instrumentos de medición y control médicoPrincipales socios de importación
La economía de España es una economía social de mercado muy desarrollada. Es la decimocuarta del mundo por PIB nominal y una de las mayores del mundo por paridad de poder adquisitivo. España es miembro de la Unión Europea y de la zona euro, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y de la Organización Mundial del Comercio. España tiene una economía mixta capitalista. La economía española es la quinta de Europa, por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia, así como la cuarta de la zona euro, según las estadísticas del PIB nominal. En 2019, España fue el decimoquinto exportador mundial y el decimocuarto importador. España figura en el puesto 25 del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas y en el 32 del PIB per cápita del Banco Mundial. Por tanto, está clasificada como una economía de renta alta, y entre los países de muy alto desarrollo humano[21] Según The Economist en 2005, España tenía la 10ª calidad de vida del mundo[22].
Nakba a los 73 años: ¿qué nos espera?
La crisis financiera española de 2008-2014, también conocida como la Gran Recesión en España[1][2] o la Gran Depresión Española, comenzó en 2008 durante la crisis financiera mundial de 2007-08. En 2012, convirtió a España en un participante tardío en la crisis de la deuda soberana europea cuando el país fue incapaz de rescatar a su sector financiero y tuvo que solicitar un paquete de rescate de 100.000 millones de euros proporcionado por el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).
La principal causa de la crisis española fue la burbuja inmobiliaria y la consiguiente tasa de crecimiento insostenible del PIB. El aumento de los ingresos fiscales procedentes del auge de los sectores de la inversión inmobiliaria y la construcción mantuvo los ingresos del gobierno español en superávit, a pesar de los fuertes aumentos del gasto, hasta 2007[3]. El gobierno español apoyó el desarrollo crítico relajando la supervisión del sector financiero y permitiendo así que los bancos violaran las normas del Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad. Los bancos españoles pudieron ocultar las pérdidas y la volatilidad de los beneficios, engañar a los reguladores, a los analistas y a los inversores, y financiar así la burbuja inmobiliaria española[¿cuándo?][4] Los resultados de la crisis fueron devastadores para España, incluyendo una fuerte recesión económica, un grave aumento del desempleo y la quiebra de importantes empresas[5].
Últimas subidas
Aquí puede consultar las calificaciones asignadas por las agencias de mayor prestigio internacional, así como información sobre la estructura y evolución de la deuda, calendario de amortizaciones, evolución de la vida media, composición histórica de la deuda e indicadores de deuda.
La economía de la Comunidad de Madrid está en expansión, con un PIB per cápita claramente superior a la media nacional (en torno a los 33.000 euros, un 35% superior a la media). Esto se ha traducido también en un elevado dinamismo del mercado laboral. Todo ello, junto con la mejora de las condiciones de financiación, el cumplimiento del Objetivo de Estabilidad Presupuestaria y la expectativa de seguir reduciendo la ratio de endeudamiento sobre los ingresos corrientes garantizan un buen comportamiento de la calificación crediticia.
La cartera de deuda de la Comunidad de Madrid presenta a finales de 2020 una estructura en la que predomina la deuda en valores, a tipo fijo y en euros, aprovechando el favorable contexto de mercado para fijar unos costes de la deuda muy atractivos a unos vencimientos muy atractivos. largos, en la medida en que, especialmente a partir de la segunda mitad del año, los tipos de interés estaban en mínimos históricos y el apetito inversor era elevado. Esta estrategia ha permitido alargar considerablemente la vida media de la cartera de deuda y reducir el coste medio.