Externalidades positivas y negativas
Externalidades positivas y negativas: fracaso del mercado
Aunque los usuarios, las empresas, los gobiernos y la sociedad civil desempeñan distintos papeles en el desarrollo y el uso de Internet, comparten la preocupación común de preservar una Internet funcional y segura como recurso público mundial. DiploFoundation, con el apoyo del Gobierno de Malta, celebra una conferencia internacional sobre Internet como recurso público mundial. La conferencia tendrá lugar en Malta, los días 29 y 30 de abril de 2015. La conferencia de Malta iniciará un proyecto de investigación y política destinado a debatir la evolución futura de Internet como recurso público mundial.
Internet es vital para el funcionamiento de la sociedad moderna. Gran parte del crecimiento económico actual del mundo proviene de Internet (más del 20% en las economías desarrolladas). Internet es esencial para el suministro de muchos bienes públicos: educación, protección de la salud, seguridad y debates democráticos, por nombrar algunos.
Aunque los usuarios, las empresas, los gobiernos y la sociedad civil desempeñan diferentes papeles en el desarrollo y el uso de Internet, comparten la preocupación común de preservar una Internet funcional y segura como recurso público mundial.
Definición de externalidad negativa economía
En economía, una externalidad es un efecto secundario, positivo o negativo, de la producción o el consumo. Se produce cuando el impacto de la actividad repercute en terceros que no participan en ella.
Una ilustración común de una externalidad negativa es la de la contaminación ambiental. Supongamos que soy el propietario de una fábrica que fabrica y vende widgets, y acabo contaminando un arroyo cercano con los residuos de mi proceso de fabricación de widgets. El impacto de esta contaminación no lo sentimos ni yo ni mis clientes, pero es una externalidad negativa para los vecinos de mi fábrica, que sufren las consecuencias del arroyo ensuciado por los widgets.
Las externalidades son un ejemplo de desequilibrio en el mercado libre, porque el coste de una externalidad negativa lo paga alguien ajeno a la actividad económica y no se refleja en el precio de la producción. El gobierno suele mitigar el desequilibrio que representa una externalidad negativa gravando al productor. Al imponer impuestos a las fábricas que no cumplen determinadas normas de emisión, el gobierno puede incentivar a las fábricas a invertir en las mejoras necesarias de su capital físico para que cumplan esas normas de emisión.
Externalidad positiva del consumo
Las decisiones de consumo, producción e inversión de los individuos, los hogares y las empresas suelen afectar a personas que no participan directamente en las transacciones. A veces estos efectos indirectos son mínimos. Pero cuando son grandes pueden llegar a ser problemáticos, lo que los economistas llaman externalidades. Las externalidades son una de las principales razones por las que los gobiernos intervienen en la esfera económica.
La mayoría de las externalidades entran en la categoría de las llamadas externalidades técnicas; es decir, los efectos indirectos repercuten en las oportunidades de consumo y producción de otros, pero el precio del producto no tiene en cuenta esas externalidades. En consecuencia, hay diferencias entre los rendimientos o costes privados y los rendimientos o costes para el conjunto de la sociedad.
En el caso de la contaminación -el ejemplo tradicional de una externalidad negativa-, quien contamina toma decisiones basándose únicamente en el coste directo y la oportunidad de beneficio de la producción y no tiene en cuenta los costes indirectos para los perjudicados por la contaminación. Los costes indirectos incluyen la disminución de la calidad de vida, por ejemplo, en el caso del propietario de una vivienda cercana a una chimenea; el aumento de los costes de atención sanitaria; y la pérdida de oportunidades de producción, por ejemplo, cuando la contaminación perjudica a actividades como el turismo. Como los costes indirectos no son asumidos por el productor y, por tanto, no se trasladan al usuario final de los bienes producidos por el contaminador, los costes sociales o totales de la producción son mayores que los costes privados.
Ejemplos de externalidades positivas y negativas
Una externalidad es un coste o un beneficio causado por un productor que no se produce ni recibe económicamente. Una externalidad puede ser tanto positiva como negativa y puede provenir tanto de la producción como del consumo de un bien o servicio. Los costes y beneficios pueden ser tanto privados -para un individuo o una organización- como sociales, lo que significa que pueden afectar a la sociedad en su conjunto.
Las externalidades, por naturaleza, suelen ser medioambientales, como los recursos naturales o la salud pública. Por ejemplo, una externalidad negativa es una empresa que provoca una contaminación que disminuye el valor de la propiedad o la salud de los habitantes de la zona circundante. Una externalidad positiva incluye las acciones que reducen la transmisión de enfermedades o que evitan el uso de tratamientos para el césped que escurren a los ríos y contribuyen así al crecimiento excesivo de plantas en los lagos. Las externalidades son diferentes de las donaciones de parques o del software de código abierto.
Las externalidades se producen en una economía cuando la producción o el consumo de un bien o servicio específico repercute en un tercero que no está directamente relacionado con la producción o el consumo de ese bien o servicio.